
El sábado 22 de marzo, celebramos la entrada del otoño en el Parque de Estudio y Reflexión Ihuanco. Fue un día de celebración, experiencia, reflexión y que permitió crear vínculos entre personas vinculadas a los distintos frentes de acción humanista como el Mensaje de Silo y el Centro de Estudios Humanistas Nueva Civilización.
El recorrido
Salimos de Lima a las 7:30 am en bus compartido y llegamos al Parque a las 10:00 de la mañana en el Parque donde se desarrolló un programa muy nutrido que incluyó actividades como la Visita guiada al Parque donde se dio a conocer el significado de los distintos elementos, como el portal, el monolito, la Sala y la Fuente.
A medio día fuimos a la Sala donde se rememoró los orígenes de estas celebraciones con la pregunta ¿Qué celebramos en las estacionales? Luego se realizaron ceremonias. El oficio que nos permitió reflexionar sobre el pedido orientando a la pregunta ¿Qué es lo que necesito realmente? Y la de bienestar nos conectó desde el pedido con nuestros seres queridos.
Un grupo de niños hijos de nuestros amigos humanistas acompañaron este día de celebración, ellos disfrutaron de los recorridos y especialmente de La Duna por el gran despliegue de energía que esta actividad conlleva.
Posteriormente se abrieron dos espacios de talleres paralelos uno sobre Herramientas para la vida cotidiana: posturas, respiración, el pedido y el agradecimiento con las personas interesadas. El otro taller, que congregó a los niños, fue sobre la experiencia de paz. Los niños jugaron con las burbujas, hicieron la experiencia de paz y concentraron este contacto interno en dibujos. Al final de la experiencia estaban calmados y felices.

Luego del almuerzo conjunto compartido y un espacio de intercambio y descanso retornamos a Lima con la satisfacción de un hermoso día de experiencia e inspiración.
Los ciclos de la naturaleza
El otoño es una estación que nos conecta con días más cortos, caída de las hojas de los árboles, pero también es un momento de cosecha de allí que está asociada a fiestas y festivales que recuerdan la abundancia de la tierra.
Desde antiguo los seres humanos celebraron los ciclos de la naturaleza, este tipo de celebraciones se remontan probablemente al nacimiento de las sociedades agrícolas que, dada su conexión con la tierra, reconocieron la importancia de estos ciclos y ritmos cósmicos y lo hicieron independientemente de su tipo de religiosidad. Así las diferentes culturas dejaron en los mitos su modo de comprensión respecto a estos momentos de cambios.
Los humanistas de todo el mundo celebramos estos cambios de estación, tenemos en cuenta los ciclos y ritmos de la naturaleza pues nos permite rememorar el maravilloso recorrido que hicieron nuestros ancestros respetando los ciclos y ritmos de la naturaleza. Estos son momentos de reflexión, agradecimiento y pedidos de bienestar por nuestros seres queridos.
El tomar conciencia de los ciclos y ritmos cósmicos como es la sucesión de estaciones en el año, nos ayuda a reconocer también nuestros propios biorritmos, así como nuestra conexión con la naturaleza en esta compleja trama de la vida y a meditar sobre la frase de Silo de La Mirada Interna que dice “Aquí hay alegría, amor al cuerpo, a la naturaleza, a la humanidad y el espíritu.”